El 14 de julio amanecimos en Dodoma, después de un duro día anterior metidos en dallas-dallas y en el autobús que nos llevó a Dodoma desde Morogoro.
Dodoma es un proyecto de capital del país que al final quedará en nada, su ubicación en el centro de Tanzania la hacía un lugar ideal para centralizar la administración, pero la falta de agua y el peso de Dar es Salaam como puerto en el Índico, hace que la capital real del país esté en la costa y no en este lugar árido y alejado de cualquier núcleo urbano. Es donde reside la Asamblea Nacional de Tanzania, pero el contraste entre el edificio del parlamento y las chozas que hay enfrente del mismo es más que llamativo, cuando se pasea por allí, puedes ver todoterrenos de alta gama, con el chabolismo de la barriada donde está el edificio legislativo, sin duda, una ciudad para visitar en un día y buscar otro destino más interesante.
Nosotros lo dedicamos a preguntar cómo llegar a Kigoma o a Mwanza, los precios en autobús y las condiciones del viaje, a estas alturas no sabíamos si llegar al lago Tanganica o al lago Victoria, y lo que nos hizo decidir ir a Mwanza fue que para llegar a Kigoma, teníamos que estar más de veinticuatro horas en el autobús, ya que había que hacer noche para llegar al lago Tanganica, mientras que en un día, en once o en doce horas podíamos llegar al lago Victoria, el autobús salía a las 7.00 de la mañana y llegaba a Mwanza a las 18.00 horas, por lo que lo reservamos con la compañía Ally´s Bus Class por 30.000 TSH (15 euros) para el día siguiente.
La mañana la dedicamos a informarnos si pasaba algún tren desde Dodoma a Kigoma y efectivamente pasaba, sólo había 3ª clase y costaba 12.000 TSH (6 euros), que comparado con los 50.000 TSH (25 euros) que costaba el autobús, merecía la pena, pero la 3ª clase para los tanzanos es muy mala, un vagón de ganado donde los pasajeros van hacinados y te pasas varios días para llegar a tu destino, por lo que teníamos ahora sí claro, que nuestro destino sería el lago Victoria y la ciudad de Mwanza.
Compramos algunas postales en la oficina de correos y encontramos la compañía de telecomunicaciones para poder llamar a España sin mucho coste, la TTCL es la mejor compañía para llamar a España desde las cabinas de dicha compañía o en los teléfonos que ellos disponen dentro de sus oficinas, compras una tarjeta que cuesta 1.000 TSH (50 céntimos) y la cargas con la cantidad que quieras, pudiendo hablar 5 minutos cada 2.000 TSH (1 euro) que recargas. Algunos de nosotros aprovechamos para hablar con la familia y comentarles las experiencias que estábamos viviendo por tierras tanzanas, siempre es un gusto hablar con los tuyos y sobre todo, dejarlos tranquilos sobre las impresiones que estábamos teniendo en la África negra, la África real como ellos mismo te comentan.
Después de tener organizado el próximo día y tener decidido nuestro próximo destino, nos fuimos a dar una vuelta por Dodoma y un internet café apareció, no es un local al uso, la conexión es como es, pero no teníamos nada más que hacer y decidimos conectarnos 30 minutos, unos email y algún comentario en facebook para que nuestros amigos supieran por donde andábamos.
Y antes de comer recorrimos el mercado de Dodoma, todas las ciudades que visitamos se parecen demasiado, esas estructuras con techo de hojalata, esos tenderetes de palos y hoja de palma y esos sacos con pescado seco y legumbres con algunas tiendas de camisetas de equipos de fútbol europeos, por donde fuimos nos encontramos este tipo de mercados, con los coches, motos, bicicletas y peatones moviéndose por todos lados y algún “zhungu” observando ese manera de comerciar, nosotros no éramos distintos.
Después de comer fuimos a comprar ya sí, los billetes para el día siguiente, si los compras antes puedes reservar asiento y sobre todo si quedan pocas plazas, sabes que va a salir en hora, quedaban tres asientos juntos y el viaje iba a ser largo por lo que después de ver varias compañías, la mejor fue la Ally´s como ya habíamos visto por la mañana. No había muchas cosas que hacer y nos fuimos a ver la Asamblea Nacional, intentamos entrar, pero con las ropa que llevábamos no nos permitieron la entrada, aunque por eso de ser blancos el trato fue excelente, lo consultaron, pero la verdad es que íbamos más bien….poco presentables.
Recorrimos los alrededores y nos encontramos una universidad, había una reunión de mujeres viudas, que estaban realizando un congreso sobre generación de empleo y comercio, entramos en el campus, un complejo viejo y descuidado con pequeños apartamentos para los estudiantes y las zonas comunes de ladrillo visto, como siempre nos dieron la bienvenida y algunos estudiantes nos preguntaban el por qué de nuestra visita, llegamos hasta el salón de actos donde cientos de mujeres tanzanas recibían las charlas sobre cómo poder generar ingresos económicos y una de ellas se nos acercó para explicarnos el motivo de estas reuniones con viudas.
La tarde estaba llegando a su fin, nos sentamos en una especie de plaza pequeña con sombra, un grupo de estudiantes estaban al otro lado y nosotros aprovechamos el lugar para charlar sobre geografía, un rato ameno y que nos sirvió para compartir conocimientos.
De regreso hacia el centro de Dodoma recordamos que teníamos que ir a ver el parque Julious Nyerere, el que fue en 1.961 el primer Presidente de la República de Tanzania, un lugar modesto con una pequeña estatua en homenaje a la persona más representativa del país, aunque él se calificara como el peor Presidente de África.
Ya era prácticamente de noche, por lo que nos fuimos al hotel, nos duchamos y aprovechamos para escribir algunas postales antes de irnos a cenar.
Ya era prácticamente de noche, por lo que nos fuimos al hotel, nos duchamos y aprovechamos para escribir algunas postales antes de irnos a cenar.
Todas las calles de Dodoma no tienen luz, por lo que en la noche la sensación que uno tiene es de ir a ciegas, nos llevamos las linternas y cruzamos las vías del tren para llegar a la oficina de correos y mandar las postales, de vuelta nos volvimos a encontrar con un chico de Mbeya que por la mañana estuvo informando a Blas sobre Tanzania, le invitamos a cenar y regresamos al hotel, en la puerta charlamos sobre nuestro viaje y sobre el duro día que nos esperaba al día siguiente de camino a Mwanza.